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lunes, 3 de enero de 2011

Impresionante montaje con Space truss a cargo de Laith Event en Doha.






Al Laith Event Services construye un majestuoso escenario para el Doha Tribeca Film Festival
 
La empresa Al Laith Event Services, establecida en Dubai (Emiratos Árabes Unidos), construyó recientemente un fabuloso auditorio al aire libre en la explanada de Katara, Doha. Con capacidad para 2.000 personas, este Open Air Theatre fue el escenario principal de la edición 2010 del Doha Tribeca Film Festival (DTFF). La impresionante arquitectura de esta estructura temporal contaba con 14 enormes arcos de acero (el más grande de los cuales llegaba a 85 metros de ancho y 26 de alto), con una capacidad de carga total de aproximadamente 100 toneladas. La estructura fue creada por Jeremy Thom, diseñador de producción para el evento DTFF.
 
21.12.2010
 
Además de las tribunas de asientos, también suministradas por Al Laith, el auditorio incluía una pantalla de 23 metros de ancho, un escenario para una orquesta completa, áreas técnicas para sonido, iluminación y proyección y diversas instalaciones de backstage, como vestuarios y zonas de green room. El proyecto fue dirigido por Jo Marshall para Al Laith.
La compleja y exigente planificación de la estructura debía cumplir varios objetivos: ofrecer un espacio adecuado para la celebración de estrenos cinematográficos mundiales, acoger a los 88 miembros de la Orquesta Filarmónica de Qatar, que interpretaron en directo una banda sonora compuesta por Nitin Sawhney para el clásico del cine mudo de 1929 “Prapancha Pash” (“Una tirada de dados”), y servir como escenario para múltiples actuaciones en directo, proyecciones de películas y el concierto de clausura.
Los arcos fueron construidos con unidades Space Truss de Serious Stages, un producto del que Al Laith tiene un gran stock en sus instalaciones de Dubai. El Space Truss es una de las soluciones ofrecidas por la división Event Services de la empresa desde Marzo del 2010, en virtud de un acuerdo de comercio a largo plazo establecido entre Al Laith y las empresas británicas Serious Stages y Atlantic Enterprises.
El equipo utilizado para construir el Katara Open Air Theatre, que llegaba a las 1.200 toneladas de peso, fue transportado desde Dubai por 62 camiones que cruzaron Arabia Saudí por carretera hasta llegar a Qatar. La estructura básica se levantó en dos semanas, y el proyecto fue totalmente llevado a cabo en sólo dos meses, desde la concepción hasta la finalización.
El evento DTFF está organizado y administrado por una entidad cultural que asocia al Instituto de Cine de Doha con Tribeca Enterprises, la empresa fundadora del Tribeca Film Festival de Nueva York. El DTFF se centra en el mejor cine árabe contemporáneo y acompaña las proyecciones de películas con un amplio programa educativo y concursos para jóvenes directores.

Michael Petrovitch, director del DTFF y miembro del equipo de Tribeca, fue informado el pasado Agosto de que no se había encontrado ningún local adecuado para el festival, y tuvo que recurrir a una solución inmediata para crear un espacio de grandes dimensiones lo suficientemente flexible como para satisfacer todas las necesidades del evento.
Katara era un terreno completamente virgen situado junto a la playa, y requería recursos e instalaciones tan básicas como las dedicadas a la energía y el agua. Un aspecto esencial del proyecto era que el recinto debía presentar una estética espectacular que armonizara con el entorno (incluyendo al nuevo Katara Cultural Village, cuya construcción está a punto de concluir).
Cuando el diseñador afincado en Nueva York Jeremy Thom vio Katara por primera vez, las curvas y confluencias del espacio le impresionaron vivamente. La forma de la propia explanada acabó de inspirarle la idea de una estructura curva: “quería una estética fluida y orgánica, así que todas las esquinas, ángulos agudos y elementos ‘ásperos’ o poco suaves quedaron desterrados inmediatamente”, explica.
Ni Jeremy Thom ni Michael Petrovitch habían trabajado con Al Laith hasta aquel momento, pero conocían la importancia de la empresa y la envergadura de este proyecto. Al Laith también ofrecía todas las garantías como proveedor local: igual que ocurre con casi todos los eventos culturales importantes que se celebran en Qatar, la primera opción de este proyecto era buscar los recursos humanos y materiales necesarios en la propia región antes de acudir a proveedores extranjeros.
El diseño del auditorio ya estaba en desarrollo cuando Thom acudió a las instalaciones de Al Laith en Dubai para reunirse con Jo Marshall y examinar los materiales disponibles.
Al visitar el almacén de Al Laith, Thom se dio cuenta de que podía construir el 90% del Open Air Theatre con el Space Truss. Por otro lado, la tipología de este producto permite convertir los arcos principales en elipses, algo que Thom nunca había podido hacer con otros trusses: “esta característica es absolutamente exclusiva del Space Truss”, comenta el diseñador.
La inmediata movilización de la operación por parte de Al Laith también fue un factor clave para que el proyecto se llevara a cabo en el plazo previsto. Thom colaboró estrechamente con Dragan Kuzmanov, experto de estructuras de Al Laith / Serious Stages, en la puesta a punto de los elementos de la construcción, incluyendo aquellos que requerían fabricación a medida.
Según Jo Marshall, “este es el tipo de desafíos que hacen brillar la capacidad de compromiso y solvencia de Al Laith Event Services. Este proyecto ha sido una experiencia asombrosa de la que todos hemos aprendido mucho. Hemos trabajado en un increíble ambiente de franca camaradería, y estamos muy orgullosos de haber participado en la creación de una estructura tan hermosa y original para un evento de esta importancia.”
El equipo de 50 miembros de Al Laith estaba compuesto por 35 profesionales de Dubai y 15 riggers de Serious/Atlantic enviados desde el Reino Unido. El equipo de Dubai había sido formado para trabajar con estos sistemas de cubierta y escenario, ya que Al Laith Event Services considera muy importante la disponibilidad de profesionales especializados en Oriente Medio. John Wilson fue el manager de proyecto de Serious Stages, con Jeremy Mosdell como coordinador de los trabajos de cubierta.
Los dos primeros arcos (los más cercanos al mar) del Open Air Theatre eran dos semicírculos de 45 metros de ancho con una separación de 4,5 metros entre sí. La plataforma de proyección fue colocada en una estructura totalmente independiente para evitar las vibraciones, y en esta zona también se instalaron las áreas de control de audio e iluminación y un elevador para la cabina de proyección/control.
La pantalla fue alojada bajo un arco de 40 metros de ancho por 20 de alto con un sistema de proyección de 35 mm y digital suministrado por Boston Light & Sound, una compañía asociada al Tribeca Film Festival. La sección de la estructura correspondiente al público, que incluía 300 plazas VIP, quedaba al aire libre y bajo las estrellas, sin cubiertas tendidas sobre los arcos. La geometría de los arcos y su interrelación estética, apreciable al cambiar el ángulo de visión alrededor de la estructura, añadían un toque de magia al diseño.
La “cosmética” del auditorio (acabado, revestimiento, branding, aplicación de gráficos, etcétera) fue supervisada por Antoine van de Wiele y el equipo de la empresa francesa Ar’Scene Evolutions, con sede en Cannes. El manager de producción del Open Air Theatre fue John Adkins.

Rigging, iluminación y PA
El diseño de iluminación corrió a cargo de Adam Bassett, que buscaba un ambiente intimista con un aspecto especial por la noche. Bassett planteó la iluminación del proyecto “como un elemento arquitectónico que resaltara la forma y enormidad de la estructura”. Cada uno de los arcos fue iluminado individualmente con 130 unidades PAR y un wash V*L3500 colocado en la base.
Los arcos también fueron utilizados para montar el exhaustivo sistema de iluminación para el público y el escenario, que incluía 120 móviles suministrados por PRG. Todas estas unidades fueron instaladas individualmente en los arcos para subrayar sus formas y enfatizar el efecto visual de la estructura.
El rigging de tal cantidad de pesadas unidades en el ardiente calor de Doha quizá no fuera la alternativa más práctica o cómoda, pero el enorme esfuerzo quedaba totalmente compensado por la espectacularidad del resultado y los profesionales encargados de ello se dejaron la piel sin dudarlo.
La empresa de Doha CCG proporcionó algunas unidades de iluminación y dos sistemas de PA que también fueron instalados en la estructura. Uno de ellos era un Dolby 7.1 para las películas compatibles con las especificaciones Dolby y SMPTE para bandas sonoras de teatro y cine, mientras que el otro sistema se encargó de todas las actuaciones en directo.
El ambiente que se vivió durante la construcción fue extraordinario, tal como señalaron todos los implicados. En palabras de John Adkins, “trabajar con un equipo de esta categoría ha sido una experiencia magnífica. Todos los profesionales han cumplido perfectamente sus tareas, y la moral fue muy alta desde el primer día.”
Michael Petrovitch tampoco escatima elogios: “el diseño, montaje y construcción de este recinto en dos meses era un proyecto muy ambicioso, y el impresionante trabajo en equipo que logramos fue verdaderamente inspirador. En realidad, nuestro cliente era el pueblo de Qatar, y ese fue nuestro gran reto: traer a Qatar algo atractivo y motivador para todo el mundo.”

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